Esta semana el mundo entero ha
alucinado con Sora, la nueva herramienta desarrollada por la empresa OpenAI que
permite crear vídeos hiperrealistas a partir de texto. Aunque no está
disponible aún para los usuarios, muchos aseguran ya que es el siguiente salto
de la IA generativa, como lo fue ChatGPT en su momento. Y ha servido para que
en los últimos días se haya vuelto a poner sobre la mesa el debate de siempre
sobre si este tipo de tecnologías van a cambiar el mundo o son sólo una bonita moda
pasajera.
La realidad es que este tipo de
herramientas son tan nuevas que a día de hoy no hay respuesta a esas preguntas.
Hay expertos que opinan una cosa y otros la contraria, pero de momento tan sólo
podemos jugar a visualizar hasta qué punto la IA puede llegar a moldear nuestra
realidad. Pero incluso con todos estos usos los beneficios de la tecnología
siguen estando en gran medida en el terreno de la esperanza y la expectativa.
Aún no hay pruebas concluyentes de
que las aplicaciones de IA generativa como ChatGPT mejoren los resultados del aprendizaje,
explica a El Independiente Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación
de la UNESCO y ex ministra de Educación italiana.
No obstante, Giannini, que desde 2018
ocupa el máximo cargo de la UNESCO en materia de educación, sabe que a nivel
mundial hay grandes ‘‘disparidades‘‘ entre países, dependiendo de su
infraestructura tecnológica, financiación, apoyo político y niveles de
alfabetización digital. Por eso habla de que existen dos prioridades
principales para hacer que esta tecnología ayude a dar el ‘‘salto‘‘ a todos por
igual.
En primer lugar, garantizar que las
inversiones puedan cerrar realmente la brecha digital existente, en términos de
conectividad, contenidos y capacidad (algo que incluye una alfabetización
digital para todo el mundo). Por eso en España ha participado como país en la
primera normativa europea sobre IA.
En general España ha tenido una
visión más proactiva que otros países europeos, muchos de los cuáles han sido
más reacios‘‘, comenta Desirée Gómez, experta en tendencias educativas del
eLearning Innovation Center (eLinC) de la Universitat Oberta de Catalunya. A
pesar de ello, Gómez apunta que en los centros de educación superior españoles
a día de hoy se están analizando las herramientas con IA para aprender a
utilizarlas correctamente y minimizar sus peligros antes de aplicarlas. Esto
garantiza la supervisión de los adultos y puede ayudar a los pequeños a
comprender con más matices los puntos fuertes y las limitaciones de la nueva
tecnología, una valiosa habilidad para la vida en sí misma.
La portavoz de la UNESCO celebra que
el reglamento sobre IA de la Unión Europea (que clasifica la educación como un
ámbito de alto riesgo) represente ‘‘un comienzo prometedor‘‘ para regular su
uso. Y se muestra convencida de que estas normativas son un paso adelante, al
tiempo que demanda leyes más específicas para cada sector, algo que considera
‘‘claramente necesario‘‘ en el caso de la educación. Algo que, de manera
directa, provocaría que los docentes tuvieran más tiempo para atender alumnos
de manera más personal. Y en educación superior podría ayudar a crear las
presentaciones que luego se utilizan de base durante las clases. Para los
estudiantes podría ser útil para mantener diálogos con las máquinas en las que
le pudieran hacer preguntas sobre un tema muy concreto. Pero también
funcionaría como un soporte del profesor, una especie de tutor virtual que
pudiera resolver dudas del temario. Y otro gran nicho es el de educación
adaptativa, que hace un seguimiento muy estrecho de la actividad diaria del
estudiante, extrayendo estadísticas y datos para conocer su rendimiento y
detectar sus puntos débiles y fuertes. ‘‘Los niños deberían aprender a
relacionarse con estas herramientas desde primaria, o incluso niveles
anteriores, pero sobre todo a partir de secundaria. Por eso necesitan conocer
la base de estas herramientas utilizándolas en las clases y también con ayuda
de los padres. La IA puede traer problemas, por eso deben aprender desde
pequeños a interactuar con las máquinas.
Análisis Ético
La inteligencia artificial solía estar relacionada con narrativas
futuristas en escenarios usualmente irreales. Sin embargo, el estado actual de
las cosas es muy diferente. Gracias a los descubrimientos y avances tecnológicos,
el concepto de inteligencia artificial ha adquirido un nuevo sentido, pasando a
formar parte de la cotidianidad de una gran parte de la población mundial.
La inminente integración de una IA al sistema educativo actual genera gran
conflicto con muchos educadores y alumnos que por muchas circunstancias están mayormente
desconectados de la tecnología, siendo esto un hincapié en una discusión de si está
bien o no la introducción de esta nueva tecnología que es la inteligencia artificial.
Viendo esta situación de una manera ética la unión de esta tecnología facilita
y ayuda el acceso a herramientas, conocimientos y consultas para la enseñanza y
el aprendizaje, dando a entender que estamos en evolución.
Viéndolo desde otra perspectiva, estas tecnologías en un futuro pueden
llevar a un reemplazo de los educadores por dichas inteligencias artificiales y
el uso constante en los alumnos despojándolos de un pensamiento propio y
dependiendo totalmente de ellas.