Publicada originalmente el 4 de septiembre de 2001, la Ley Especial contra Delitos Informáticos tiene como objetivo la protección integral de los sistemas que utilizan tecnologías de información y, adicionalmente, se encarga de la prevención y sanción de los delitos cometidos contra estos sistemas o cualquier componente de los mismos, así como de los delitos cometidos mediante el uso de dichas tecnologías.
Las leyes son muy importantes, eso es algo que comprendemos bastante bien, pero a medida que la sociedad humana va evolucionando también debe de hacerlo el marco legal a través del cual definimos el crimen. Con el auge actual del internet, la implementación de leyes que ataquen la delincuencia informática cobra mucha más importancia ya que permiten proteger la privacidad de los individuos y las organizaciones al penalizar el acceso no autorizado a la información personal o confidencial, luchar contra el ciberterrorismo y proteger la propiedad intelectual al penalizar la piratería y otros delitos relacionados (aunque este último punto no tenga gran impacto en Venezuela)
Con solo treinta y tres artículos, es una ley relativamente compacta que divide a los delitos informáticos en cinco categorías bien definidas, cuyos castigos son esenciales para mantener la seguridad, la confianza y la integridad en el mundo digital. Sin estas leyes, sería difícil perseguir y penalizar a aquellos que cometen delitos en el ciberespacio, aunque las condenas y multas ciertamente son mucho más bajas para ciertos delitos de lo que deberían ser.